Impacto del coronavirus frente a la crisis climática
Frente a la evidente preocupación mundial por la declaración de pandemia de la OMS sobre la expansión del coronavirus, nos llegan noticias no tan negativas sobre el efecto que éste genera en el medio ambiente.
Ante la presentación del último informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre el aumento de las temperaturas y de los fenómenos meteorológicos extremos y, a unos meses de que empiece la cumbre COP26 de Glasgow; el Observatorio de la Sostenibilidad ha presentado una estimación de las emisiones de CO2 en España en 2019. El exceso de acumulación en la atmósfera de este gas acelera el calentamiento global. El problema se origina cuando las actividades del ser humano aumentan la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Según este informe, se estima una caída de emisiones de CO2 en el 2019. Además se prevé que disminuirán estas emisiones en 2020 debido al Covid-19. En España, en el 2019, se ha reducido un 5,8% respecto al 2018.
China, responsable de más de un 25% de las emisiones globales, se ha convertido en el referente de estudio de la reducción de emisiones de CO2 a causa del parón producido por la crisis del Covid-19. La NASA y la Agencia Espacial Europea publicaron imágenes de satélite que muestran una caída dramática entre enero y febrero de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire del gigante asiático, producto de las medidas tomadas para frenar el virus. Se observa, además, una caída de al menos un 25% de las emisiones de CO2 en las dos últimas semanas de enero, según cálculos de Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Estados Unidos. Y esto se traduce en un 1% de las emisiones globales anuales.
A pesar de que los expertos pronostican una caída en las emisiones de efecto invernadero, se teme el efecto rebote. La ONU advierte “No vamos a combatir el cambio climático con un virus”. Global Carbon Proyect también indica que se trataría de una caída temporal, y plantea la duda de si ese descenso será compensado o revertido con la respuesta que el Gobierno chino ofrezca a esta crisis.
Hoy nos encontramos ante un estado de alarma a nivel global que nos preocupa en muchos sentidos. Es tiempo de quedarse en casa y reflexionar sobre lo que cada una de nuestros sectores profesionales puede hacer en este cambio de paradigma energético.
Se ha comprobado que el PIB actual está íntimamente relacionado al consumo de energías fósiles y la construcción contribuye en gran medida a este consumo. Según la Alianza Global para Edificios y Construcción “Los edificios y el sector de la construcción representan casi el 40 por ciento de las emisiones totales de CO2 relacionadas con la energía y el 36 por ciento del uso final de energía en todo el mundo.(…) Se espera que la superficie global del edificio se duplique para 2050, impulsando la energía demanda y emisiones de GEI relacionadas para la construcción.”
Desde tamborí arquitectes vemos urgente cambiar el modelo de construcción, comprometiéndonos a promover una arquitectura responsable y sostenible. Somos conscientes de que es necesario estar preparados, adaptando nuestras viviendas y edificios a los nuevos retos, reduciendo su impacto ambiental durante la construcción y vida del edificio.
Todo esto se puede conseguir con muchas acciones: uso de tecnologías bajas en carbono o carbono 0, generación local de la energía para satisfacer una parte de la demanda del edificio, construcción de edificios con una alta eficiencia energética, control de las emisiones generado por el transporte durante la construcción de la obra y un largo etcétera.
En conclusión, tenemos una infinidad de herramientas a nuestro alcance para intentar abordar la construcción desde una arquitectura más acorde a los tiempos que nos vienen. Afrontemos el cambio.
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