2017
Manises, Valencia
Parque
Parque en Manises
El parque Carmen Carpintero se sitúa junto al barranco del “Salt de l’Aigua. Concretamente al este del término municipal de Manises, en el denominado barrio de El Carmen. El escaso e inadecuado uso que se hace sobre él, empuja al ayuntamiento de Manises a proponer una reforma con nuevos equipamientos. Y así favorecer la permeabilidad física y visual y adaptarse al nuevo programa de necesidades.
Nuestra propuesta nace de la voluntad de conectar los dos espacios que configuran el parque. Estos dos espacios están separados por un desnivel de 2,5 m de altura, completamente desvinculados tanto a nivel funcional como perceptivo. El nexo de unión entre un nivel y el otro se entenderá como una de las claves del proyecto. El sistema de bancales existente es sustituido por un talud compuesto por una serie de planos triangulares. Estos planos se desplegarán en diferentes direcciones e inclinaciones, y permitirán atenuar el desnivel, aumentando la superficie útil del parque. Esta idea de superficies triangulares se traslada al resto del parque, materializando el límite entre el interior y el exterior del mismo con triángulos vegetales.
La parte superior del parque, más cercana a la vida urbana, se plantea como zona de reunión. De esta manera, actuará casi como un embudo que lleva hacia la zona inferior, donde se sitúan el resto de equipamientos. Entre estos planos triangulares que conforman el talud discurrirá una generosa rampa, focalizada visualmente hacia el barranco. Facilitando con la rampa la permeabilidad entre el espacio más urbano y el interior del parque.
La demanda por parte del vecindario de mantener cerrado el parque durante las noches, nos lleva a la aparición de una valla que lo circunscriba. Decidimos por tanto asumirla como un elemento clave del proyecto. Para ello haremos que esta acompañe al límite con un trazado quebrado y en ocasiones inclinado, y con una geometría que nuevamente evoca al triángulo; participando así en la cohesión estética del conjunto y enriqueciendo la lectura del límite interior-exterior.
Aparecerán en la intervención tres materiales o texturas esenciales. El hormigón, en diferentes texturas, el cual conformará parte del talud y parte del suelo (pistas, rampas, escaleras, triángulos, bancos…). La vegetación, que ayuda a aumentar la permeabilidad del terreno formando también parte del talud y los triángulos. Y por último, el metal, material utilizado principalmente para el mobiliario urbano y la valla. Material que tomará presencia a través de su color azul, confiriéndole al parque un carácter potente.
Los árboles del parque son casi todos ellos conservados. Densificando en algunas zonas la vegetación existente con nuevas plantaciones de especies autóctonas. Con esta vegetación autóctona se asegurará un fácil mantenimiento y la integración visual en el contexto, abogando por el equilibrio medioambiental del espacio.
La demanda era crear un espacio dedicado a la gente joven del municipio. Los equipamientos planteados (zona de pícnic, pistas deportivas y espacio de parkour) ayudarán a aumentar la oferta existente, favoreciendo la diversidad de visitantes. La propuesta, además, reforzará la transición entre el barranco y la ciudad, abriendo las visuales, y creando un espacio de relación entre uno y otro.
Fotografía: Germán Cabo
Paisajista: María Gil Román
Constructora: O.C.S. Siete Aguas
Promotora: Ayuntamineto de Manises
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